sábado, 6 de agosto de 2016

Ecografías durante el embarazo

 La ecografía ha marcado un antes y un después en el control del embarazo. Es la prueba prenatal muy importante por la cantidad de información que es capaz de ofrecer. Gracias a las ecografías en el embarazo se puede evaluar el desarrollo intrauterino del bebé, por lo que es vital desde el punto de vista médico, pero también permite a los padres ver a su hijo y oír sus latidos antes de nacer, siendo también muy valiosa en el plano emocional.

También es conocida como ultrasonografía o ecosonografía y consiste en una técnica no invasiva que permite, a través de ondas de ultrasonido, ver imágenes de órganos y estructuras dentro del cuerpo, y en el caso de las embarazadas, examinar el feto dentro del útero materno.
En una prueba que comenzó a utilizarse en la década de los ’70, experimentando un gran avance hasta el día de hoy. Las imágenes de obtienen mediante un transductor que envía las ondas sonoras y un gel que sirve como trasmisor.

La ecografía en el embarazo es utilizada principalmente para estudiar el crecimiento y bienestar del bebé dentro del útero. Permite, entre otras cosas, detectar malformaciones, evaluar el desarrollo anatómico del feto, su crecimiento, su posición, calcular su edad gestacional, oír sus latidos, observar el estado de la placenta, del líquido amniótico, estimar el peso del bebé y detectar anomalías o patologías del embarazo.

La ecografía 2D o bidimensional es la más extendida, pero en los últimos años hemos conocido también la ecografía 3D que nos ofrece imágenes tridimensionales con aspecto de volumen y la llamada 4D, que además se le añade el complemento de ver al bebé en movimiento en tiempo real.
En un futuro puede que sea común hacernos las ecografías en casa, por ejemplo a través del móvil, pero aún así serán necesarias las ecografías hechas por un especialista capaz de darnos un diagnóstico de cómo crece nuestro bebé.

Es una técnica sencilla, inocua e indolora. No implica una radiación ni exposición, por lo que es una práctica segura tanto para la embarazada como para el bebé. No se han demostrado efectos adversos ni para el bebé ni para la madre, aunque se recomienda no abusar de su uso y realizar solamente las que el médico considere necesarias.

Se suelen realizar tres ecografías de rutina a lo largo del embarazo. Una en cada trimestre. En ocasiones ambién se realiza una en las primeras semanas de gestación, que suele ser vaginal, para confirmar el embarazo. Hasta aproximadamente la 8va semana se realizan de esta forma para tener un diagnóstico precoz del feto y poder registrar sus latidos.

Las otras tres son abdominales. Es posible que si llevas tu embarazo por la medicina privada te realicen una ecografía en cada control mensual para observar como se va desarrollando el embarazo.

La primera ecografía

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Para algunas, la primera ecografía será la de la confirmación del embarazo en las primeras semanas de gestación. Se mide el tamaño del feto, se observa la cantidad de embriones y el sitio de implantación del embrión para descartar un posible embarazo ectópico.
Sino, la primera seguramente se realizará en la semana 12 de gestación. Permite determinar si hay uno, dos o más embriones, conocer la posición en el útero, escuchar los latidos cardíacos y medir al feto para determinar si se ajusta al tiempo real de gestación.
También se realiza la medición del pliegue nucal, el marcador ecográfico precoz más sensible y específico de sospecha de Trismomía 21 o Síndrome de Down.

La segunda ecografía

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La segunda exploración por ultrasonido se realiza en la semana 20 de gestación. Permite confirmar que el crecimiento fetal es correcto, valorar el latido cardíaco, los movimientos del feto, su morfología y observar sus órganos internos.
Se comprueba, aunque no con un 100 por ciento de fiabilidad, si el existe alguna malformación por lo que suele ser una exploración más exhaustiva y detallada. También se controla el nivel de líquido amniótico, el funcionamiento de la placenta y del cordón umbilical.
Es muy probable que en esta ecografía se pueda conocer el sexo del bebé, siempre que su posición lo permita.

La tercera ecografía

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La tercer ecografía se suele realizar entre la semana 33 y 35 de gestación. Es ya la útima ecografía antes del nacimiento del bebé, por lo que sirve principalmente para obtener información acerca de cómo se desarrollará el parto.
Además de valorar el estado del feto, su crecimiento, los latidos cardíacos y los movimientos, sirve también para conocer su posición dentro del útero:si ya está boca abajo, si está encajado en la pelvis, si no lo está, si está de nalgas, etc.
Como el bebé ha crecido bastante a estas alturas, en la ecografía se pueden ver sólo partes de su cuerpo.

Ecografía Doppler

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No es una ecografía de rutina, pero en algunos casos se suele realizar una ecografía con técnica doppler. Se utiliza para medir y evaluar el flujo de sangre que circula a través de las arterias y de las cavidades y válvulas del corazón del bebé.
Se puede ver el flujo de sangre en color, permitiendo detectar de forma precoz cualquier anomalía relacionada con el caudal circulatorio y el funcionamiento del corazón.
También permite evaluar si la circulación sanguínea del cordón umbilical es la adecuada.
Está indicada para controlar los embarazos en los que la madre presenta hipertensión, diabetes, problemas en la placenta o el cordón umbilical, retardo en el crecimiento, sufrimiento fetal, o malformaciones cardíacas del bebé.

Ecografía 4D

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La ecografía 4D (o 3D más movimiento en tiempo real) es una técnica de lo más de moda últimamente. No suplanta la ecografía tradicional, sino que la complementa. Es una ecografía que se realiza a nivel privado, por lo que hay varias cosas a tener en cuenta antes de contratarla.
Desde el punto de vista de detección de anomalías fetales, no aporta un valor añadido a las anteriores a nivel de funcionamiento de órganos, morfología, crecimiento del bebé, etc. Puede ser más valiosa para detectar por ejemplo problemas de la piel o deformidades como el labio leporino o la fisura palatina.
No deja de ser una prueba de diagnóstico prenatal, pero es trascendente más que nada desde el punto de vista emocional, ya que permite a los padres conocer la carita de su bebé. Las imágenes son bastante nítidas pero no es una foto, sólo permite hacernos una idea de sus rasgos.
Las ecografías 4D pueden realizarse en cualquier momento del embarazo aunque las mejores imágenes se obtienen entre las semanas 24 y 30 pues las condiciones son las más adecuadas. La proporción de líquido amniótico y el tamaño intermedio del bebé permiten visualizarlo mejor.

La ecografía 20 semanas

La semana 20 de embarazo es crucial para la madre y el bebé. Entramos en el ecuador de la gestación
y nos toca la ecografía de la semana 20, llamada también ecografía morfológica. El especialista puede
 observar con detalle toda la anatomía del bebé para descartar posibles malformaciones 
fetales.

Semana 20 de embarazo: cambios en el bebé


La piel que cubre el cuerpo de tu hijo se desarrolla a través de dos capas: la epidermis, más superficial, y la dermis, situada por debajo de la anterior. En la epidermis empiezan a aparecer las arrugas en las palmas de las manos, plantas de los pies y dedos, que darán lugar a los patrones característicos de cada ser humano. Estas arrugas o surcos epidérmicos vienen determinados genéticamente y son distintos para cada persona.

La grasa también empieza a aparecer debajo de la piel. Y a partir de la semana 20, las glándulas de la piel fetal segregan una sustancia blanquecina y pastosa llamada vérnix caseosa. Esta sustancia protege  la piel del feto contra la agresión del líquido amniótico. Cuando el bebé nace, verás que está cubierto por dicha capa blanquecina.

Semana 20 de embarazo: cambios en la madre


  • Bajadas de tensión

    Puedes encontrarte mareada, sobre todo al levantarte de la cama o ponerte de pie tras estar un rato sentada. Esto se debe a la hipotensión, o bajada de tensión arterial, propia del embarazo. Suele aparecer en el segundo trimestre, aunque algunas pacientes lo refieran desde el principio. Este cuadro hipotensivo puede deberse a la compresión del útero sobre la arteria aorta y la vena cava. Se presenta cuando está tumbada boca arriba, a veces incluso cuando te están haciendo una ecografía. Se denomina hipotensión supina y para prevenirla debes tumbarte de lado, preferiblemente del izquierdo para no comprimir ningún vaso sanguíneo.

    Otro tipo de hipotensión es la llamada hipotensión postural y ocurre cuando te levantas rápidamente  si está sentada o en cuclillas. Entonces la presión sanguínea baja  debido a  que la sangre del cerebro también baja debido a la gravedad. Este problema se soluciona levantándote despacio.
     
  • Prevenir la anemia

    Otras causas de mareo durante el embarazo pueden deberse a la anemia (niveles bajos de hierro en sangre) o a niveles alterados de azúcar en sangre, tanto aumentados (hiperglucemia), como disminuidos (hipoglucemia). Una dieta rica en hierro –con carne y legumbres-, así como un aporte de hierro extra, pueden prevenir la anemia. Una dieta equilibrada y hacer pequeñas comidas al día, en lugar de tres comidas grandes diarias, pueden ayudar a prevenir desequilibrios en el balance de la glucosa. Aunque a veces se desarrolla una diabetes gestacional en embarazadas de riesgo. De todas formas, esto se confirmará en la semana 24 de embarazo mediante unos análisis de sangre.

Semana 20 de embarazo: pruebas diagnósticas


 
Semana 20 de embarazo: pruebas diagnósticas

La ecografía morfológica o ecografía de la semana 20 se realiza, como ya hemos explicado, entre las semanas 19 y 20, de embarazo. Es una prueba rutinaria que deben realizarse todas las gestantes, independientemente de su edad o de posibles factores de riesgo. Muchas veces,  para confirmar una sospecha ecográfica de una malformación fetal, debe realizarse una amniocentesis o funiculocentesis que determine la existencia de cromosomopatía. 

Otras veces, se visualizan signos ecográficos sugerentes de un síndrome cromosómico, y es necesaria la realización de  técnicas invasivas (amniocentesis o funiculocentesis) para descartarlo. Por tanto, esta ecografía es la más esperada por toda embarazada, ya que tranquiliza saber que no se ve ninguna malformación fetal, lo que disminuye la angustia de la madre, y diagnostica  al mismo tiempo elsexo del bebé

Gracias a la calidad y alta resolución de los ecógrafos actuales, esta prueba se realiza en cualquier centro público o privado; requiere una alta preparación por parte de los ecografistas. Si en la ecografía se  diagnostican posibles anomalías, se  suele derivar a la gestante a un hospital de nivel III para la realización de una ecografía más minuciosa y exhaustiva.

Alteraciones cromosómicas
 

El riesgo de alteración cromosómica del feto ( aneuploidía fetal) se reevalúa en la ecografía morfológica de la semana 20:
  • El hallazgo de una malformación estructural en dicha ecografía fetal puede hacer recomendable la realización de una técnica invasiva para estudio del cariotipo fetal, independientemente de cuál haya sido el resultado del programa de cribado al que la gestante haya sido sometida previamente.
  • Qué pasa si hallamos marcadores ecográficos de cromosomopatía? Detallamos los más importantes:

    - Engrosamiento nucal ≥6 milímetros
    - Hiperrefringencia intestinal (refringencia igual o superior a la de la columna)
    - Fémur corto  (<percentil 5)
    - Ectasia piélica (dilatación de alguna zona del riñón)
    - Foco hiperecogénico intracardíaco (se ve una mancha brillante en corazón del feto)

    Si la embarazada ha sido sometida previamente a un programa de cribado sólido y fiable, entonces no constituye indicación de estudio citogenético, sino que se recomienda tener en cuenta el riesgo estimado previamente y recalcular el riesgo a tenor de los cocientes (o "likelihood ratios") de cada uno de los marcadores.
  • Cabe destacar que la ectasia piélica y el foco hiperecogénico intracardiaco presentan una cociente de 1, y que por tanto no modifican el riesgo previo de síndrome de Down o trisomía 21. Otra manera de recalcular el riesgo sería multiplicar el riesgo basal por 10 en el caso de dos marcadores y por 115 en el caso de tres o más marcadores. La ausencia de marcadores ecográficos, a su vez, reduce en un 0,4 el riesgo de trisomía 21.
  • No obstante, si la paciente no ha sido sometida previamente a dicho programa de cribado combinado en el primer trimestre, la identificación de estos marcadores del segundo trimestre en la ecografía morfológica, sí puede aconsejar la realización de una técnica invasiva como la amniocentesis.